El mundo de la música se despide de una figura insustituible en la historia del rock: Ozzy Osbourne, conocido por su legado y vínculo eterno con el sonido más crudo del metal, partió rodeado de su familia, dejando una huella profunda e imborrable. Su partida ocurre apenas semanas después de haber protagonizado una despedida histórica ante millones de personas, en lo que sería su última aparición sobre un escenario.
El 22 de julio quedará marcado como el día en que el heavy metal perdió a una de sus voces más influyentes y emblemáticas. Ozzy Osbourne, símbolo absoluto del género, fue mucho más que el vocalista de Black Sabbath: fue su rostro, su energía cruda y su conexión visceral con el público. Su impronta no solo transformó la música, sino que también dio forma a una cultura que sigue viva gracias a su huella imborrable.
"Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, debemos informar que nuestro amado Ozzy falleció esta mañana. Estaba acompañado de su familia y rodeado de amor", informó su familia en un comunicado oficial.
Este adiós llega apenas semanas después del evento que se vislumbraba como una despedida definitiva: El pasado 5 de julio, en el estadio Villa Park de Birmingham -la ciudad que vio nacer a Black Sabbath en 1968- se llevó a cabo el monumental festival Back to the Beginning, una maratón de casi nueve horas que reunió, por última vez, a los cuatro miembros originales de la banda. Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y el Príncipe de las Tinieblas volvieron a compartir escenario tras dos décadas sin tocar juntos, en un momento histórico que hoy adquiere una dimensión aún más conmovedora.
"Ozzy es una leyenda del rock y se convirtió en una figura importantísima de la música del siglo XX. Con él se apaga ese primer gran impulso que tuvo el metal con Black Sabbath en sus orígenes, y es una ficha que va a marcar un punto de inflexión en lo que venga de aquí en adelante en el metal y en la música más dura".
Álvaro Paci, periodista e integrante de Enigma.
La voz desgarradora y la presencia hipnótica de Ozzy redefinieron el heavy metal para siempre. Con discos como Black Sabbath y Paranoid, ambos publicados en 1970, Osbourne y Black Sabbath establecieron las bases de un sonido oscuro, denso y electrizante que transformó la historia del rock. Más adelante, su carrera solista no hizo más que expandir su influencia con himnos como Crazy Train (1980) y No More Tears (1991).
Con distintas presentaciones en Chile a lo largo de su carrera, Ozzy Osbourne cultivó una relación especial con el público nacional. Desde su primera visita en 1994 al Festival Monsters of Rock, producido por DG Medios, regresó en múltiples ocasiones, tanto en solitario como junto a Black Sabbath. Su show en el Estadio Monumental en 2013 y la despedida definitiva en 2016 con The End Tour fueron un hito no solo para el público, sino también para los artistas chilenos que compartieron escenario con la banda y para toda la industria musical nacional, que fue testigo de capítulos históricos del rock mundial en nuestro territorio.
"Realmente es algo que quedará atesorado para siempre en nuestra memoria: ellos cambiaron la historia de la música. Su legado se transformó en un estilo que se difundió en todo el mundo. Quizás lo más importante para mi carrera musical haber estado en la última presentación de Black Sabbath en Chile”.
Miguel ‘Comegato’ Montenegro, vocalista y bajista de Yajaira (artistas invitados The End Tour 2016).
Ozzy es mucho más que un cantante: es un ícono cultural. Desde la creación del Ozzfest -festival que marcó a toda una generación y dio vitrina a bandas como Sepultura, Motörhead, Deftones y muchos otros grupos icónicos que definieron sus respectivas épocas- hasta su sorpresiva irrupción en la televisión con The Osbournes, su figura trascendió géneros, formatos y generaciones, siempre fiel a su esencia rebelde, provocadora y única.
Hoy, el mundo de la música lo llora, pero también lo celebra. Porque Ozzy Osbourne no fue solo un artista: fue la encarnación misma de un género, un ícono que llevó al extremo su arte, su vida y su leyenda. Y esa leyenda, como el metal que ayudó a forjar, es eterna.